A los integrantes de la Generación Zeta, esos que nacieron entre 1994 y 2009, la incertidumbre y la cautela los definen. Muy distintos a los jóvenes Y, nacidos entre 1980 y 1993: hace cuatro años, en una encuesta realizada por Tendencias cuando se entrevistó a los más jóvenes de esa generación, por ejemplo, el 97% decía que era muy optimista frente a su futuro y la principal crítica hacia sus padres era lo poco arriesgados que habían sido. Sí, los Y fueron los protagonistas de la expansión del sistema universitario en Chile y aterrizaron en los lugares de trabajo exigiendo calidad de vida y ascenso rápido. Quizá, como reacción a una Generación X (sus predecesores) trabajólica, escéptica, que estuvo dispuesta a sacrificar el tiempo en familia. Pero ni el éxito fácil ni el trabajo desmedido son palabras que sean parte del vocabulario de los jóvenes Z.
Ellos nacieron con internet en la casa y no conciben la vida sin estar conectados. Hijos únicos en su mayoría, es la generación que alcanzará mayores niveles de educación y también la que tendrá menos personas en el mismo rango etario. Fueron niños sobreprotegidos, que crecieron en la abundancia, con muchas actividades programadas (la mayoría por sus propios padres), pero pocos juegos en la calle. La casa siempre fue más segura para ellos. De pocos amigos y muchos conocidos, las habilidades sociales y la empatía no son lo suyo.
Quizás por la misma globalización, es la generación más homogénea a nivel mundial, pero más cualquier otro grupo valora la diversidad: conocer gente con diferentes culturas, apreciar a hombres y mujeres por igual y aceptar todo tipo de familias.
La Nueva educación para la generación Z
Presentación acerca "La generación z y el mundo laboral "
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